jueves, 23 de junio de 2016

Tipos de arcos, Parte 5

Ballesta

Aunque muchos no lo consideren así, la ballesta es un tipo de arco, que varía la técnica y la distribución de la energía al proyectil, pero que sigue el mismo principio básico de impulsión de cualquier arco. El que posea una base y una traba, implica que la precisión será totalmente superior a la de un arco y ya que el usuario no es el que retiene la potencia de las palas, permite aumentarla aproximadamente al doble, o incluso más; no obstante, estas dos ventajas tienen su costo, pues la velocidad de recarga es, en el mejor de los casos, de 8 disparos por minuto, mientras que un arquero experto dentro del mismo tiempo pede poner en el aire no menos de 12 flechas. A pesar de ello, un solo tiro de una ballesta medieval bastaba para derribar a un enemigo, aun detrás de una cota de malla, o una armadura. Por el mismo motivo, y por las propiedades balísticas del dardo (las ballestas disparan pernos, virotes o dardos, no flechas), aun hoy se emplean para perforar chalecos anti-balas y contra cristales blindados. A continuación, una ballesta medieval (con un aparato llamado cranequín, para poder llevar hacia atrás la cuerda) y más abajo una moderna.
 
 
 

Arco coreano (gungdo)

Su desarrollo sin par y su diseño único se deben a que los coreanos no podían importar armas de fuego, y se dedicaron a perfeccionar el único arma de largo alcance que poseían; luego, esto desembocó en que crearon también ballestas, denominadas sukgung, capaces de efectuar tiros a 600 metros. En cuanto a los arcos en sí, son recurvados, compuestos, cortos y potentes, sin mencionar que sus usuarios no reciben toda la fuerza de tensión del arco, por ejemplo, si usa uno coreano de 70 lbs, sentirá como si estuviera usando uno de 50 lbs convencional.
 

Arbalesta

Evolución del diseño general de una ballesta, posee potencias exorbitantes, y casi no había en la Edad Media defensa suficiente contra ella, pues podía alcanzar a un peón sin dificultad, aún a través de una armadura y, como lo describen varios testimonios, a través de escudos. No obstante, las denominadas armaduras "a prueba", lograban salvar a su usuario, no por que fuese capaz de detener tremendo tiro, sino, porque su diseño hacía que el proyectil, al impactar, se desvíe, lo que no le permitía al dardo descargar toda su energía. Su mayor inconveniente era su cadencia de tiro: 2 por minuto, en el caso de los más diestros y expertos. A pesar de ello, la considero la mejor de entre todos los arcos, pues podía impulsar dardos de alrededor de una libra a medio kilómetro, aunque su sistema de recarga, un pesado torno compuesto por una suerte de cables y poleas, la relegó a los asedios y protección frente a los mismos; junto a los ballesteros, los arbalesteros fueron los primeros francotiradores de la historia, y, de alcanzar un virotazo a un peón con protecciones livianas, pasaba el proyectil hasta el otro lado, y, si el tirador tenía suerte, podía clavarse en otro enemigo. Esto era posible, porque las estimaciones de su fuerza de tensión rondan las 1000 libras, como promedio, pues se han encontrado ejemplares con hasta 1500 lbs.
 
 
 
Aquí, un video de una arbalesta con palas de cuerno que atestigua su efectividad.

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